viernes, 29 de diciembre de 2017

Las generalizaciones y juicios populares en los casos de las agresiones sexuales

Hoy voy a hablar sobre un tema polémico, que es todo el asunto que está saliendo de las agresiones sexuales, del no es no, y de los juicios populares y la generalización que esto conlleva.

En EEUU está habiendo muchas denuncias de actrices hacia directores o productores que las acosaban sexualmente. Me parece perfecto que lo denuncien. Lo que no entiendo es que lo hagan ahora y no lo hiciesen en su momento. ¿Por qué han callado y esperado a contarlo? ¿Por miedo? ¿Por vergüenza? Lo entendería si cuando sufrieron ese acoso eran niñas o muy jóvenes, pero creo que no es el caso. Tal vez simplemente querían olvidar todo el asunto y cuando ha estallado han decidido que es mejor contarlo. En cualquier caso, enhorabuena, me parece genial que lo cuenten. Ahora habrá que ver si eso tiene recorrido. De momento parece que influye más en el futuro laboral de los acusados que en el judicial. A Kevin Spacey le han borrado de House of Cards, pero que yo sepa no le está esperando la Justicia. 




A raíz de estas acusaciones, muchas mujeres se han animado a contar historias de abusos hacia ellas, o de situaciones en las que sintieron miedo. A mí me parece fantástico que se cuente todo esto y se cree conciencia...siempre que no se generalice respecto a los agresores.

Y aquí es cuando entra en escena Matt Damon. Resulta que al actor le preguntaron por todas estas cuestiones, y él dijo que le parecía muy bien que se denunciase y se crease conciencia, pero que no todos los hombres eran agresores, y que dentro del acoso sexual, no se podía poner a la misma altura una violación que una palmadita en el trasero, sin decir que esto último estuviese bien, simplemente que no era ni podía ser lo mismo que una violación. 

Para mí, más claro agua. Sin embargo hubo algunas actrices que reaccionaron mal ante estas declaraciones, y ya está habiendo quien recoge firmas pidiendo boicotear las películas de Matt Damon. También hubo alguna periodista que salió en su defensa, y por supuesto también se llevó algunas críticas. Yo en cambio creo que Matt Damon hizo muy bien en expresar su opinión. Aquí dejo el vídeo completo del que habla de ello. Está en inglés, pero para los que conozcáis el idioma, se entiende bastante bien y recomiendo verlo para no quedarse sólo en los titulares:





Empiezo con lo de evitar generalizar:

Ya está bien de estereotipos. Ya está bien de decir que un cura es un pederasta, que un político es un corrupto, que un musulmán es un terrorista, que un inmigrante es un delincuente, o que un hombre es un agresor. Ya basta. No todos los curas son pederastas. Ni siquiera la mayoría. Son una minoría. ¿Tiene un problema la Iglesia? Sí, y muy gordo. Tiene un problema monumental. Pero eso no significa que los justos tengan que pagar por los pecadores. ¿Tiene un problema la comunidad musulmana? Monumental no, lo siguiente. Tiene que ser capaz de encontrar la forma de echar el discurso radical de su lado, de conseguir que los fieles no se sientan atraídos por los terroristas. Pero obviamente eso no significa que todos los musulmanes sean terroristas. Ni muchísimo menos. Son una minoría muy exigüa pero muy ruidosa, igual que los pederastas en el clero. Y tienen que combatirlo, pero ya está bien de generalizar.
¿Hay políticos corruptos? Obviamente. Pero a nadie se le escapa que entre tantos como hay, es una locura decir que lo sean todos, sin que eso signifique decir que la corrupción no sea importante. Lo es y mucho, y es un problema que se debe afrontar.
¿Hay delincuentes entre los inmigrantes? Sí. Probablemente debido a que la pobreza entre ellos es más alta. ¿Hay agresores entre los hombres? Sí, es obvio. Todos los días nos levantamos con que una mujer ha sido asesinada a manos de su pareja o ex pareja. Con una violación. Con abusos. Es una obviedad que hay agresores. Ahora bien, ¿son todos los hombres unos agresores? Obviamente no. Y eso es lo que remarcaba Matt Damon, que también había hombres buenos y que ya estaba bien de criminalizar a todo un colectivo. Que si había que hablar contra los agresores, él se apuntaba el primero. Pero no para generalizar ni criminalizar. 
Pues eso. Un musulmán no es un terrorista. Un inmigrante no es un delincuente. Un cura no es un pederasta. Un hombre no es un agresor. ¿Que hay curas pederastas, musulmanes terroristas, políticos corruptos, hombres agresores e inmigrantes delincuentes y se debe luchar contra eso? Por supuesto. Pero siempre dejando claro que no hay que castigar ni generalizar contra todo un colectivo tan numeroso.



Y respecto a lo de saber diferenciar: No es lo mismo una violación que una palmadita en el trasero. ¿Alguien en su sano juicio puede realmente decir que sea lo mismo? Y repito. No se trata de decir que la palmadita esté bien. Está mal. Muy mal. Pero obviamente no es una violación. Al igual que no se puede poner al mismo nivel al que roba una naranja que al que roba un millón, por mucho que los 2 sean ladrones.

En resumen, se han metido con Matt Damon por decir lo que piensa y salirse de la línea dominante, y eso que lo que piensa es totalmente lógico y coherente.

Y es que cuando entramos en generalizar y criminalizar y en poner todo al mismo nivel, entramos en una espiral muy peligrosa.

Recientemente ha habido casos polémicos en España relacionados con este asunto. Recuero el caso de Juana Rivas, una madre separada que se quedó con sus hijos pese a que la Justicia la ordenaba que se los entregase a sus padres. Hubo muchas protestas de gente diciendo "Juana está en mi casa", en solidaridad con esta mujer. En el fondo lo que se estaba haciendo es despreciar la orden judicial, alegando que el padre era un agresor. En concreto, había sido condenado por violencia doméstica -esto es, en el seno del hogar-, que no de género. Y no es que diferencie yo entre doméstica y de género, sino que es la Ley quien lo hace, diciendo que la de género es contra la mujer, y la doméstica en el seno del hogar, pudiéndola sufrir cualquier miembro de la familia.
En cualquier caso la Justicia dictaminó que los hijos debía estar con el padre, ya que la madre los había retenido ilegalmente. Y contra eso hubo protestas.


Otros casos conocidos han sido por ejemplo el de la manada, unos chicos acusados de violar a una chica en San Fermín, cuando ellos alegan que fue consentido. Mientras se desarrollaba el juicio hubo manifestaciones de solidaridad con la víctima, con mucha gente diciendo "Yo te creo". También hubo muestras de hostilidad contra los acusados, como cuando colgaron 5 muñecos de un puente en Pamplona.

(Foto de El Periódico).

En Aranda hace unos días detuvieron a 3 jugadores de fútbol de la Arandina por violar a una menor. Ellos también alegan que fue consentido. De momento la Arandina les ha expulsado, y ha habido tanto manifestaciones a favor como en contra de los jugadores.

En todos estos casos lo que veo es que la gente se está apresurando a poner etiquetas de inocente y culpable sin esperar a que la Justicia dictamine. ¿Entonces para qué tenemos la separación de poderes? Se supone que la Justicia debe ser ciega y no hacer caso del clamor popular ni de la posición de los acusados, solo escuchar a una parte y a la otra, y dictaminar según la consistencia de las pruebas.
Obviamente cada uno podemos tener una opinión, pero ahí los únicos que realmente saben lo que pasó son los supuestos agresores y la supuesta víctima. Solo ellos saben si fue forzado o consentido. Y afortunadamente, solo la Justicia es quien puede decidir sobre ello, por mucho que otros quieran lincharles ya.

Aunque no viene mucho al caso, recientemente Rodrigo Lanza fue detenido tras asestar un golpe mortal a Víctor Laínez. La primera versión que salió fue que le había matado porque llevaba tirantes con la bandera de España. Después se dio a conocer la versión de Rodrigo, que decía que Víctor iba con una cazadora cerrada -con lo que no le pudo ver los tirantes-, y que le amenazó con una navaja, al parecer molesto con el origen extranjero de Rodrigo, quien es chileno.
Por supuesto muchos ya se han lanzado a condenar a Rodrigo, máxime cuando había estado en prisión por dejar tetrapléjico a un policía debido al impacto de una maceta, en el desalojo de un centro ocupado en 2006. Se realizó un documental sobre este caso titulado "Ciudad muerta", en el que se decía que todos los condenados lo habían sido sin pruebas y tras torturas.


(Víctor Laínez a la izquierda, y Rodrigo Lanza a la derecha).

Este es otro caso más en el que ya se ha condenado a Rodrigo diciendo que es un crimen de odio, sin esperar a que la Justicia dictamine sentencia, o ni siquiera a escuchar su versión. Me recuerda un poco al caso de Carlos Palomino y Josué. Carlos -antifascista- resultó muerto por un navajazo de Josué -quien se dirigía a una concentración de extrema derecha-. Josué alegó defensa propia, pues le estaba rodeando un círculo de antifascistas y le estaban amenazando. No obstante, fue condenado por asesinato. No descartaría que aquí sucediese algo parecido, que condenasen a Rodrigo y que este alegase defensa propia.
Mucho se está hablando de Rodrigo y de su condena anterior. No oigo en cambio hablar mucho de Víctor, quien era militante de Falange, y sale en varias fotos con amigos que portan camisetas con motivos nazis. 
No sabremos la verdad de todo esto hasta que se dictamine sentencia. E incluso entonces probablemente tampoco sepamos toda la verdad.

Obviamente cada uno puede tener su opinión sobre lo que ha sucedido, pero como en los otros casos, solo víctima y agresor saben realmente lo que sucedió.

En mi opinión, en todos estos casos, hay que dejar que la Justicia actúe, y opinar lo menos posible, porque si no estaremos realizando un juicio popular paralelo, y eso es algo que se debería de evitar.

Y es que también ha habido caso de denuncias de agresiones que luego han resultado ser falsas, como una chica hace unos días en Pontevedra, otra en Sevilla, u otra en Málaga que acusó a 5 chicos de violación. Recuerdo que en este último caso, incluso cuando se supo que era mentira, hubo gente que seguía diciendo que a la cárcel con ellos. Hasta este punto hemos llegado.
El ex ministro López Aguilar también fue víctima de su mujer, que lo acusó de malos tratos. Solicitó voluntariamente la suspensión de militancia del PSOE, y cuando se demostró que su mujer mentía, volvió al partido.
Pues bien, incluso aunque se veía a la legua cuando su mujer presentó la denuncia que esta era mentira, aun así hubo gente que ya le puso la etiqueta de maltratador.




Y con esto no pretendo decir que todas o la mayoría de las denuncias sean falsas, ni mucho menos. Sé que son una minoría. Pero existen, y hay que decirlo. Negarlo o minusvalorarlo no ayuda en nada.

Es indudable que el movimiento feminista tiene muchas reclamaciones legítimas. Pero en ocasiones se anticipan a las sentencias, las rechazan, o presionan para hacer valer sus ideales por encima de otros. Por ejemplo, con el caso de la gestación subrogada. Ciudadanos llevó una propuesta para legalizar los vientres de alquiler siempre que fuese altruista y no hubiese beneficio económico de por medio...pero se rechazó en parte impulsado por el movimiento feminista que decía que los vientres de las mujeres no eran vasijas ni algo con lo que se pudiese comercializar.
¿Se aprecia la incoherencia? Se lleva una propuesta altruista...¡y se rechaza alegando mercantilismo! ¿Cómo puede ser el altruismo mercantilista? Si hay mujeres que quieren ayudar a gente a tener hijos, y hacerlo sin un beneficio económico, ¿qué problema hay? ¿No estaban todo el día reclamando que en su cuerpo mandaban ellas? Parece que aquí el movimiento feminista está decidiendo lo que se puede hacer y no con su cuerpo.







Por resumir. Es cristalino que tenemos un problema muy grave y serio con las agresiones sexuales y con la violencia de género, que debemos afrontar como sociedad. Se deben tomar más medidas de prevención, de concienciación, y de protección. Ahora bien, se han de respetar los procesos judiciales, intentando no interferir en ellos, pues podría ser que las denuncias fuesen falsas, como ha ocurrido en algunos casos. Y por supuesto no se ha de generalizar ni criminalizar a todo un colectivo, ni tampoco poner diferentes casos al mismo nivel.





Sé que mucha gente no va a estar de acuerdo con todo lo que he puesto. Sin embargo, nunca he dejado de decir algo que pensase por mucho que no fuese en la línea general dominante ni entrase dentro de lo políticamente correcto, y no tengo ninguna intención de empezar a hacerlo ahora. 

Como muestra, dejo algunos enlaces de entradas que escribí en su día, como cuando a la muerte de Chávez plasmé todo lo bueno que pensaba que había hecho -pese a que la línea dominante fuese criticarle y que también hay cosas que no me gustan de lo que hizo o especialmente de lo que hace Maduro-, o cuando me posicioné éticamente contra el aborto o la utilización de células madre embrionarias -cuando la línea dominante es aceptarlo-. 
También cuando defendí que las mujeres pudiesen portar el velo si lo deseaban -hay muchos que defienden prohibirlo-, cuando defendí la abstención de IU en Extremadura o Álava que permitía gobernar al PP mientras muchos otros clamaban que eso era un error, o hablé contra el control de la población -cuando hay muchos que lo defienden-.

Escribí además contra la manipulación del lenguaje que se está realizando, para "borrar el machismo" de él, según argumentan algunos -o algunas-, o contra el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países -que algunos defienden a capa y espada- en casos de genocidios y masacres. También contra pacifistas que rechazan cualquier tipo de violencia cuando en ocasiones es necesaria, o cuando me atreví a explicar el concepto de dictadura del proletariado pese a lo negativo de la palabra dictadura.
Asimismo me atreví a defender a Zozulya cuando desde la izquierda se le tachaba de nazi y se promovía su discriminación ideológica, hablé sobre la intolerancia de los ateos cuando solo se habla de la de los católicos, o manifesté mi oposición a que Otegi y el resto de encausados por el caso Bateragune estuviesen en la cárcel al estimar la sentencia injusta, cuando hay muchos que los tildan de terroristas, sin que eso signifique que esté de acuerdo con él o sus planteamientos.

Además defendí en su día la decisión del gobierno argentino de nacionalizar YPF -cuando todo el mundo en España puso verde a Cristina Fernández por eso-, defendí el derecho de Hazte Oír a circular con su autobús aunque no estuviese de acuerdo con su mensaje -cuando muchos decían que se debía prohibir-, o apoyé que se castigue penalmente a músicos que incitan al odio -cuando muchos en la izquierda dicen que es libertad de expresión-.


Por tanto, seguiré diciendo lo que pienso, por mucho que no guste a todo el mundo ni entre dentro de la línea general de lo políticamente correcto.



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