viernes, 15 de abril de 2016

La cuestión catalana y el giro a la derecha en América Latina

Por una cuestión de tiempo he ido dejando estos temas de lado, pero al fin he encontrado un poco de hueco para hablar de ellos.

Comenzando con América Latina, parece que pintan bastos para la izquierda. Ha perdido las parlamentarias en Venezuela, las presidenciales en Argentina, el gobierno de Rousseff está cercado por la corrupción, los Fujimori pueden volver al poder en Perú de la mano de Keiko, y Evo Morales perdió el referéndum para modificar la Constitución y poder volver a presentarse tras 2 mandatos.
Empezando por esto último...nunca me ha gustado la idea de limitar el mandato presidencial a 8 años en la Constitución. ¿Por qué 8 años? Hay países en los que los mandatos en vez de durar 4 años, son de 5, como en Francia, Reino Unido o Turquía, o de 6 como en México o Venezuela.
Por tanto, limitaría más por mandatos que por número de años, 2 mandatos para casos largos como los de México o Venezuela, y 3 para casos cortos como el de España. No lo dejaría en 2, porque de producirse algún cambio profundo que modificase la constitución, el 1º podría resultar muy corto.
Puestos a dar un nº de años, creo que 14 son suficientes. Es lo que estuvo Felipe González en el poder. Más años, aunque se gane democráticamente, cansa, y hay que dar relevo a nuevas caras, no puede ser que estén los mismos durante 20-30 años, se pasa a depender mucho de ellos, como ha pasado en Cuba, Venezuela, Bolivia...y también en España con Sánchez Gordillo, Chaves, Ibarra, Jordi Puyol...etc.

Por eso me pareció bien que Lula se fuese y diese paso a Rousseff, porque no es bueno que un país dependa tanto de una persona. Sin embargo ahora Lula quiere volver para blindarse ante la justicia.


 
La izquierda habla de que se prepara un golpe...pues mira, si es por haber robado, que le encarcelen. No puede ser que sólo haya que perseguir a los ladrones de un bando. Se persigue a todos los que roben, independientemente de qué lado estén.
En cualquier caso cada día el prestigio del gobierno brasileño baja un poco más, en especial debido a la corrupción.





El prestigio de Morales parece fuerte, pero la gente le ha dicho que no quiere que se vuelva a presentar. Tendrán que aparecer nuevas caras que den continuidad al proyecto, como digo, no puede basarse todo en una única persona. Raúl Castro por ejemplo ya anunció que en 2018 dejaría el cargo.


En resumen, mala situación para Brasil, que va a tener que mirarse muy seriamente lo de la corrupción. No tanta para Bolivia, que con que encuentre a alguien carismático, será suficiente.

Recuerdo que cuando ganó Humala en Perú publiqué una entrada congratulándome por ello. Sin embargo tuvo una gestión bastante moderada, lejos de la órbita de la izquierda en Latino América. Ahora el Frente Amplio en Perú está ganando posiciones, y aunque han quedado terceros y la izquierda está muy desprestigiada por culpa de Sendero Luminoso, es una buena noticia que aunque Fujimori tenga opciones de gobernar, exista una izquierda real con capacidad para disputarles la hegemonía.

 
Más complicado parece lo de Argentina. Macri está desarrollando políticas neoliberales despidiendo funcionarios, incrementando el precio de gasolina y transportes, saliendo de Telesur, o liberalizando la compra de dólares, con la consiguiente devaluación que conlleva. Además recientemente ha sido imputado por los famosos papeles de Panamá. Macri estaba investigando a antiguos cargos afines a Kirchner por corrupción. Parece que ahora el investigado es él. Como digo, yo no defenderé a personas sospechosas de corrupción, se llamen Lula, Macri, Castro, Capriles, Chávez, López, Maduro, Rousseff, Kirchner, Fabra, Barberá o Pujol. Se ha de ser implacable contra esto, sean del color que sean, o de la profesión, que en dichos papeles también hay actores, deportistas, directores y escritores.


(Foto: Daylimail.co.uk acerca de los líderes mundiales salpicados por los Papeles de Panamá, entre ellos los presidentes ruso, ucraniano, islandés (este último tuvo que dimitir), y argentino).




Y en Venezuela el parlamento controlado por la oposición quiere acabar cuanto antes con el Gobierno, en vez de esperar a que sean las presidenciales.

Es uno de los problemas cuando se dan sistemas presidencialistas en vez de parlamentarios, que puede haber una desconexión fuerte entre ejecutivo y legislativo que conduzca a una situación de bloqueo. Es lo que pasa en EEUU, que el Congreso tiene mayoría republicana y bloquea todas las reformas de Obama. Claro que este también puede vetar iniciativas del Congreso, o reservarse la autoridad para desarrollar ciertas políticas, y lo está haciendo, igual que Maduro, pero no deja de existir el choque de trenes y las acusaciones de unos hacia otros, precisamente por ser elegidos el Congreso y la Presidencia en años diferentes y con distinto resultado.

Las últimas elecciones presidenciales en Venezuela fueron en 2013. Y como digo, un mandato presidencial dura 6 años. Chávez accedió al poder en Diciembre de 1998 con un 56% de los votos. En 1999 se aprobó la nueva Constitución, lo que llevó a nuevas elecciones en el 2000, que Chávez ganó con casi el 60% de los votos. Las siguientes serían en 2006, obteniendo Chávez más del 62%. En 2012 bajaría al 55%. Y debido a su fallecimiento, se hubieron de convocar en 2013.
Así pues, las siguientes elecciones deberían celebrarse en 2019. Pero al ganar las parlamentarias la oposición en 2015, pretenden acabar cuanto antes con el mandato presidencial.
Veremos a ver el método. Puede que convoquen un referéndum revocatorio, previsto en la Constitución de 1999 y que ya fue convocado en 2004 saldándose con el mantenimiento de la confianza en Chávez.



Todo dependerá de qué facción sale triunfante en la oposición. Si vence la más dura podrían intentar algo ilegal. Esperemos que no y que los moderados venzan y traten de llevar a cabo sus planes de manera pacífica y legal.

De todos modos no pinta bien para Maduro, que se enfrenta a una crisis económica muy importante.
En cualquier caso, una derrota no sería el fin del mundo. Al igual que en Argentina, si pierde y la oposición sube al poder, se vería la verdadera cara neoliberal de esta, y puede que el bolivarianismo hiciese autocrítica y para la próxima vez estarían mejor preparados.
Tal vez sea lo mejor que la oposición gane en Venezuela, para liberar a los presos que dicen que son políticos, y para ver qué soluciones reales ofrecen a la crisis económica. Estaría bien, para que se dejase de vilipendiar a Venezuela en la prensa con lo de dictadura-presos-crisis, una vez que ganase la oposición a ver si todo sería una maravilla o como mucho me temo la cosa empeorase.
A veces de las derrotas se aprende, y si el peronismo en Argentina y el bolivarianismo en Venezuela consiguen hacer autocrítica, reagruparse y volver a ilusionar a la gente, el eclipse neoliberal podría ser relativamente corto.

Es lo bueno que tiene la democracia, que unas veces se gana y otras se pierde. Y las derrotas pueden ser útiles, para desenmascarar la máscara de la oposición y para corregir errores.


Así que sí, América Latina está en un giro hacia la derecha, pero puede que no sea tan negativo, puede que vaya aprendiendo poco a poco para poder gestionar mejor.


Colombia está a punto de cerrar un acuerdo con las FARC y ya ha abierto negociaciones con el ELN.


(Santos estrecha la mano a un militante del ELN desmovilizado en 2013. Foto: radiored)


Cuba está en diálogo con EEUU. Guatemala vivió una movilización popular para echar a un gobierno corrupto. Muchas cosas están cambiando en América Latina, y aunque algunas puedan parecer un retroceso, tal vez sean sólo un paso atrás para volver luego con más fuerza.





Y entrando ya en lo de Cataluña. Me he dado cuenta de que en el blog he tocado el tema del nacionalismo y el derecho a decidir pero no he hecho un análisis concienzudo sobre Cataluña, esperando a que la situación se aclarase y todas las cartas estuvieran sobre la mesa...pero al igual que el nuevo gobierno, parece que eso va a tardar en llegar...así que voy a hablar sobre el camino recorrido hasta ahora.


Para hablar de Cataluña conviene mirar atrás en la historia. Alguien dijo que el ser humano es el único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra. Aquí tenemos un claro ejemplo de ello:

Podríamos comenzar con los fueros (conjunto de leyes y privilegios otorgados a un determinado territorio) medievales. Estos se otorgaban en la reconquista para repoblar las zonas conquistadas.
A medida que se consolidaba la monarquía absoluta, estos fueros (o privilegios) se fueron recortando progresivamente. Los fueros de Aragón (Cataluña, Valencia y Baleares) fueron suprimidos tras la victoria de Felipe V.


Únicamente los conservaron el País Vasco y Navarra, que habían sido leales a este rey.

En el Pacto de San Sebastián, los nacionalistas catalanes se unieron a los republicanos con la promesa de aprobar un Estatuto de Autonomía. Esa promesa se hacía extensible a las demás regiones que así lo deseasen.
El 14 de Abril de 1931 Macià, líder de ERC, partido que había vencido en Cataluña en las elecciones municipales del día 12, proclamó la República Catalana. Tuvieron que ir varios Ministros provisionales -entre ellos Fernando de los Ríos- a hablar con él el día 17 para convencerle de que se quedase con un restablecimiento del Gobierno autonómico (abolido por Felipe V) y con la promesa de aprobar el Estatuto de Autonomía que elaborasen desde Cataluña.
Los ayuntamientos de Cataluña se pusieron a ello y enviaron un proyecto a las Cortes. En dicho proyecto incluían que el catalán fuese la única lengua oficial, creaba la ciudadanía catalana, y permitía la posibilidad de que se incorporasen a Cataluña otros territorios, entre otras cosas. Los catalanes lo aprobaron en referéndum.
Pero en el Congreso de los Diputados, el Estatuto se modificó para adecuarlo a la constitución republicana. Y es que los socialistas, los republicanos, los liberales y los intelectuales como Unamuno y Ortega y Gasset, no lo veían nada claro.
También hubo protestas en la calle por parte de sectores conservadores como Comunión Tradicionalista.
El Estatuto aprobado difería en que desaparecían las referencias a la autodeterminación, el catalán era cooficial junto al español, y se limitaban las competencias en materia impositiva y social. Sin embargo se reconocía un Gobierno y un Parlamento propio que tendrían competencias exclusivas.

Macià murió en el 33 y le sustituyó Companys, quien en 1934, en medio de la "Revolución de octubre" proclamó el Estado Catalán.


El Gobierno envió al ejército, y Companys se rindió. Fue condenado a prisión por 30 años. La autonomía catalana se suspendió y el Gobierno de Cataluña fue nombrado por el de Madrid.

Tras el triunfo del Frente Popular fueron liberados de la cárcel y reestablecidos en sus funciones, tanto de Gobierno de Cataluña como de Parlamento. Después de la Guerra Civil, Companys se exiliaría a París. Fue detenido por la Gestapo en la Francia ocupada y entregado a las autoridades españolas en Agosto de 1940. Le juzgaron en Octubre por "adhesión a la rebelión", condenándole a ser fusilado, lo que efectivamente sucedió.


Aparte de Cataluña, durante la Segunda República se elaboraron otros proyectos de Estatutos de Autonomía. En el caso de Galicia se elaboró en 1932 -en dicho proyecto por cierto participó Enrique Rajoy, abuelo del actual presidente, que era concejal y decano del colegio de abogados de Santiago de Compostela -pero no se votó en referéndum hasta 1936. Sin embargo no se pudo tramitar en Cortes ni llegó a entrar en vigor debido al Golpe de Estado, a pesar de que ya había sido remitido el proyecto a ellas, al igual que el de Aragón.
Otros intentos como los de Castilla la Vieja y León; Baleares, Asturias; Cantabria o Andalucía no llegaron ni siquiera a Cortes, aunque hubo planes para su elaboración.

El que sí que se llegó a aprobar fue el del País Vasco. Remitieron un proyecto a Cortes en 1931 que no fue admitido a trámite por considerarse que estaba fuera de la Constitución Republicana debido a su concepción federalista, a su confesionalidad, y a que limitaba derechos a los inmigrantes españoles.
Así, tuvieron que redactar de nuevo otro proyecto, del que se bajó Navarra al no estar los carlistas de acuerdo (eran mayoría en la región). Celebraron un referéndum para dicho proyecto, pero en Álava no votó ni el 50%, debido a la oposición carlista. Estuvo paralizado durante varios años, hasta que en la Guerra Civil, a cambio de que el PNV entrase a formar parte del Gobierno del Frente Popular, el Estatuto fue aprobado. Era similar al catalán, aunque con la particularidad del concierto económico.



El franquismo aboliría los Estatutos de Autonomía, aunque mantendría los conciertos económicos a Álava y Navarra por mantenerse leales en la Guerra. Durante la Transición, tras la aprobación de la Constitución, se elaboró un proyecto de Estatuto en Cataluña que fue remitido a Cortes. UCD, que tenía la mayoría, negoció planteando diversas modificaciones que se realizaron, para poder aprobarlo. Luego sería votado en referéndum en Cataluña con casi un 60% de participación.
Una vez más las modificaciones resultan ya conocidas: Se pasó de la oficialidad única del catalán a la cooficialidad con el castellano, además de reducir competencias en materia impositiva, de orden público o de educación.

Aparte del de Cataluña se aprobaría el del País Vasco también en el 79. Los demás Estatutos de Autonomía de las CCAA que conocemos llegarían en los años 80.


Cataluña estaría gobernada por CiU desde 1980 cuando Puyol fue investido con la ayuda de ERC y UCD. Entre el 84 y el 92 conseguiría mayoría absoluta. En el 95 lo fue con la abstención de PP, PSC y ERC. En el 99 sacó menos votos que el PSC, pero gracias al apoyo del PP, Pujol se mantuvo en el poder (exigieron para ello que no hubiese reforma del Estatuto en esa legislatura y que no reclamasen el concierto financiero).
Para entender esto hay que entender lo que sucedía en el PP de Cataluña, que tenía 2 almas, una decidida a luchar contra Pujol, encabezada por Vidal-Quadras, y otra más moderada encabezada por el hoy Ministro de Interior Jorge Fernández Díaz. En 1996, con la victoria de Aznar en las generales, Pujol, para garantizar la estabilidad del Gobierno nacional, exige que Vidal-Quadras sea apartado de la dirección del PP catalán,



cosa que sucede, estando desde el 99 y hasta 2014 como eurodiputado. Luego se afiliaría a Vox, aunque tras una serie de desencuentros por promover un acercamiento a Ciudadanos y UPyD, se acabó dando de baja.
Sólo así se entiende que en el 99 el PP aceptase apoyar a CiU en Cataluña. 
En 2003 en cambio una suma de PSC+ERC+ICV consiguió sacar a CiU del Gobierno.
Precisamente para atraer al pacto a ERC, la promesa fue la reforma del Estauto.
El 13 de Noviembre de ese año, cuando aún no era presidente, Zapatero prometió que respetaría la reforma del Estatuto que saliese del Parlamento catalán.


Inicialmente la reforma planteada quería concierto económico, poder judicial propio, extensión de competencias, el deber de conocer el catalán, crear una circunscripción catalana para las elecciones al Parlamento Europeo, y definir Cataluña como nación, entre otras cosas.
Zapatero había prometido aprobar el Estatuto que saliera del parlamento catalán, pero cuando vieron cómo se desarrollaba la ponencia solicitaron al psc que lo modificase. Este negoció con los demás y se modificó levemente. No lo suficiente para el pp catalán, que no lo apoyó.

Una vez aprobada la ponencia por el parlamento catalán, se trasladó al Congreso de los Diputados. Había varios artículos que no encajaban con la Constitución, con lo que se negoció su modificación. El PSOE pactó con CiU retirar el concepto nación del artículo y llevarlo al preámbulo, además de aumentar la financiación para Cataluña. Sin embargo ERC no estuvo de acuerdo con esas modificaciones por parecerle concesiones. El PP tampoco, pero por razones opuestas.

Recuerdo que trajo muchísimos problemas, con miles de firmas contra dicha reforma.

 
Incluso Zapatero firmó en un engaño que le realizó Caiga quien Caiga.


Tras aprobarse la reforma en el Congreso, se realizó un referéndum en Cataluña donde ERC y el PP pidieron el no. Votó menos del 50% de la población, pero casi el 74% de los votantes aprobaron la reforma.

Tras ello el PP llevaría al Tribunal Constitucional dicho Estatuto. Bien es cierto que la posterior reforma del Estatuto de Andalucía incluía muchos artículos similares a los del de Cataluña y que el PP no los recurrió al Tribunal Constitucional como sí que hizo con los de Cataluña.

En las alegaciones del PP destacaban el concepto de nación, el deber de conocer el catalán, la exclusividad de esta lengua en la enseñanza, el poder judicial catalán, la distribución de competencias, su financiación, y las relaciones internacionales de Cataluña.

La sentencia llegaría en junio de 2010, declarando inconstitucionales 14 artículos (el pp había recurrido 114), y sujetos a interpretación 27.
Así, dejaba sin eficacia jurídica el concepto de nación y declaraba inconstitucional el uso preferente del catalán en la Administración Pública, elimina el Consejo de Justicia de Cataluña, y limitaba ciertas características de la financiación. También aclaraba cómo se debían interpretar otros artículos, entre ellos el de la lengua vehicular en la enseñanza, que según el Tribunal, debían compartir tanto el castellano como el catalán, o la salvaguarda del Tribunal Supremo como última instancia.

Hubo 4 votos particulares por considerarla demasiada benévola y por recurrir demasiado a la interpretación, y otro por creer que fue demasiado rigurosa.

Al margen de lo que pensemos sobre la politización del Tribunal Constitucional, lo cierto es que prácticamente todos sus miembros estuvieron de acuerdo en que había artículos inconstitucionales en el Estatuto.


Tras conocerse la sentencia se convocaron manifestaciones de rechazo en Cataluña, impulsadas por los partidos nacionalistas, el psc y la sociedad civil.



Hasta ese momento gobernaba un tripartito en Cataluña (PSC-ERC-ICV). En las elecciones catalanas de Noviembre de 2010 el PSC bajó de 37 a 28 escaños, CiU subió de 48 a 62, ERC bajó de 21 a 10, el PP subió de 14 a 18, ICV bajó de 12 a 10, Ciutadans se mantuvo en 3, y Solidaritat Catalana de Laporta apareció con 4 escaños. Esto permitió que CiU formase gobierno, gracias a la abstención del PSC (todos los demás votaron en contra).

CiU llevaba en su programa lograr un pacto fiscal, pero no la consulta independentista. Así, en Julio de 2012 el Parlament aprobó una propuesta de reforma fiscal con el apoyo de CiU, ICV y ERC, y la abstención del PSC. Algún día alguien me tendrá que explicar que hace IU apoyando privilegios fiscales como son los conciertos económicos.
Rajoy rechazó negociar dicho pacto fiscal. Mas decidió entonces adelantar las elecciones a noviembre de 2012. Tras numerosos recortes económicos y casos de corrupción, decidieron declararse sin titubeos independentistas, excusándose en el rechazo al pacto fiscal -concierto económico- de Rajoy. Se vio animado por una gran manifestación independentista el 11 de Septiembre, día de la diada (fiesta nacional de Cataluña donde conmemoran la caída de Barcelona a manos de Felipe V), convocada por la Asamblea Nacional Catalana, que a partir de ese momento sería clave.



De este modo aprobaron en el Parlament convocar una consulta sobre la independencia. En dicha votación el PSC se abstuvo. Para las elecciones la rama soberanista del PSC se escindió.
Sin embargo, el giro independentista le salió caro a Mas. CiU bajó de 62 a 50 escaños. El PSC se siguió hundiendo (de 28 a 20). ERC subió de 10 a 21, el PP subió de 18 a 19, Ciutadans subió de 3 a 9, ICV subió de 12 a 13, y apareció la CUP con 3 escaños.
Esta vez Mas sería investido con la ayuda de ERC, comprometiéndose a convocar una consulta de autodeterminación en 2014. Todos los demás votaron en contra.

2013 empezaría con el Parlament catalán declarándose soberano (a favor CiU, ERC, ICV). El PSC votó en contra, pero algunos de sus diputados se negaron a votar, saltándose así la disciplina.
El Tribunal Constitucional estimaría posteriormente ilegal dicha declaración. Durante 2013 se trabaja en elaborar la consulta. En Septiembre se repite la movilización independentista, esta vez con una cadena humana durante 400 kilómetros.




Finalmente en Diciembre se anuncia la pregunta de la consulta para el 9 de Noviembre de 2014, pactada con ERC e ICV.
El Parlament Catalán (con el voto en contra del pp, psc (aunque hubo 3 de este partido que votaron a favor y otro que no votó) y ciutadans) solicitó que el Estado le cediese la competencia para realizar la consulta, a lo que este se negó (aunque votaron a favor IU y los partidos nacionalistas a excepción de Coalición Canaria que se abstuvo).

En Septiembre de ese año se da otra movilización independentista en la Diagonal de Barcelona
Tras ello el Parlamento catalán aprueba una ley de consultas no refrendaria, incluido el voto a favor del psc. Se recurrió al Constitucional, quien la suspende cautelarmente. Entonces reculan y transforman la consulta oficial en una alternativa que no esté bajo el control del Gobierno catalán en la que los responsables de las mesas electorales sean voluntarios. Sin embargo esta actuación sería asímismo recurrida y suspendida, a pesar de lo cuál se siguió adelante con la consulta "alternativa", que efectivamente se produjo con una participación de más de 2 millones 300 000 personas, optando el 80% por la independencia.



La fiscalía se querelló contra Mas por desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones, así como contra otros cargos de su Gobierno, ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, quien admitió a trámite la demanda.
Por su parte el TC declaró inconstitucional la consulta "alternativa" que previamente había suspendido y pese a lo cuál se había celebrado.

En Enero de 2015 Mas anuncia elecciones anticipadas para Septiembre, a las que califica como plebiscitarias sobre la independencia, y tras las cuáles, si ganasen los partidos independentistas, se produciría la declaración unilateral de independencia en 18 meses.
UDC decidió entonces dejar de formar parte de CiU vía consulta a sus militantes. CDC se alió con ERC para formar una única lista, Junts pel Sí. La encabezaría un ex miembro de ICV, Romeva, y contaría con gente de la Asamblea Nacional Catalana (Carme Forcadell) y de Òmnium Cultural (Muriel Casals), mientras que Mas iría como número 4 y Junqueras como 5, aunque se acordaba que la persona que debía ser investida era Mas.

En Septiembre de ese año volvió a haber otra manifestación independentista, la cuarta hasta la fecha.
Finalmente, las elecciones concedieron a Junts pel Sí 62 escaños (recordemos que las de 2012 habían otorgado a la suma de CiU y ERC 71 escaños, y que en 2010 sumaban 72), a las CUP 10 (venía de 3), a Ciudadanos 25 (venía de 9), al PP 11 (venía de 19), al PSC 16 (venía de 20), y a Cataluña sí que pot (suma de podemos e icv) 11 (venía de 13).

Los partidos independentistas sumaban en escaños, pero no en votos, algo que luego se repetiría mucho por diferentes políticos, dando por bueno el carácter plebiscitario anunciado por Mas.



Se aprobó en el parlamento una declaración anunciando que daba comienzo el proceso de creación de un Estado independiente catalán. Fue recurrido y declarado inconstitucional.

En unas negociaciones apocalípticas con la CUP, quienes se habían hartado de decir en campaña que no aceptarían a Mas como Presidente debido a su política de recortes, se llegó a una situación totalmente estrambótica en la que en una votación en Asamblea la mitad exacta de los asistentes votaron a favor de investir a Mas y la otra mitad exacta en contra,

 
teniendo que decidir la dirección días después por un margen muy estrecho votar en contra de Mas, una vez escuchadas las asambleas municipales. Parecía que no iba a haber gobierno, pero en el último momento Mas se retiró y se propuso a Puigdemont como Presidente, votando 8 de la CUP a favor y 2 absteniéndose.



El nuevo gobierno, a pesar de la anulación por el Constitucional de la declaración soberanista, acordó poner en marcha 3 ponencias para desarrollarla, y la oposición ya ha anunciado que las recurrirá.





Una vez repasada la historia, llega la interpretación.
A más de uno le podrá parecer que el repaso histórico ha sido excesivo...pero es que me parece muy simple resumir el "problema catalán" a 2 frases que últimamente se están escuchando mucho, que son: "Esto tiene su origen en la sentencia del Constitucional de 2010, si el pp no hubiese recurrido no tendríamos este problema" y "En 2010 había un 7% de independentistas en el parlamento catalán [en referencia al porcentaje de ERC] y en 2015 hay un 48% [en referencia a los porcentajes de Junts pel Sí y la CUP], y cómo Rajoy ha gobernado entre 2011 y 2015, la culpa es suya".

Como digo, esos 2 argumentos que se repiten siempre una y otra vez me parecen de una simpleza absoluta, y echando la vista atrás y comprobando la historia, se ve por qué.

España tiene unos orígenes muy determinados caracterizados por la Reconquista que no se dan en otros países de Europa. Esto determinó que se otorgasen fueros y privilegios durante la Edad Media, aunque bien es cierto que durante las Monarquías Absolutas se fueron reduciendo hasta su práctica desaparición (excepto en el País Vasco y Navarra, como hemos visto).
Pero con la llegada del liberalismo, el romanticismo y "el despertar de los pueblos" las fuerzas regionalistas fueron cobrando fuerza uniéndose en torno a un idioma diferenciador (catalán, euskera, gallego...). Con esas llegamos a la Segunda República. La monarquía estaba muy desprestigiada, y se da una unión de fuerzas políticas muy diferentes (socialistas, republicanos, liberales, regionalistas...) para desbancarla, lo que efectivamente logran.

Así se inicia el camino hacia la descentralización jurídica, con los Estatutos de Autonomía y dividiendo a España en regiones, limitando el poder central del Estado.
No obstante, vemos cómo ya en la República, pese a esas cesiones, los partidos catalanistas querían más (oficialidad del catalán, ciudadanía catalana...), y los demás les tenían que parar. Por la fuerza si era necesario, como cuando proclamaron el Estado catalán.


(Fotografía de Companys durante su estancia en prisión en 1934).

Tras el franquismo y durante la transición se vuelve a lo que ya se había experimentado con la República y se aprueban Estatutos de autonomía. Esta vez la diferencia es que la transición vino para quedarse, mientras que la República solo duró 5 años, o en el mejor de los casos 8 si contamos hasta el 39. Por lo tanto ahora se aprobaron más Estatutos de Autonomía, que probablemente se habrían aprobado durante la República si esta hubiera durado más tiempo.

Esto viene a cuento de que hay muchos que dicen que el problema era que se dio "café para todos" y que con 3 o 4 autonomías habría bastado. Pero como vemos en la historia, los demás no se quieren quedar atrás. En la República no les dio tiempo, pero en la Transición sí. Es lógico que si ven que unos obtienen más autonomía, los otros también la quieran para ellos.

Una vez más hubo que modificar el proyecto de Estatuto de Cataluña del 79 en materia del catalán como lengua oficial, de competencias, de impuestos...

Alguien podrá decir, esto es historia y nada se puede hacer contra ello. Cierto es, aunque tal vez si no se hubiesen aprobado Estatutos de Autonomía en la República ahora seríamos un Estado centralista sin estos problemas. Pero nuestra historia es la que es, viene de la Reconquista, de los fueros, de los regionalismos de finales del XIX y principios del XX, y hemos de vivir con ella.
Ahora bien, vivir con ella no significa claudicar. Por eso durante la República reconocieron la singularidad y otorgaron autonomía, pero negociando y limitando. Al igual que en la Transición. Hasta ahí a mi parecer se actuó bien. Yo situaría el inicio del problema no en 2010 ni en 2006 cuando el PP recurre el Estatut, sino en 1996 e incluso en 1993.


¿Qué pasó en 1993? Que Felipe González por primera vez no lograba mayoría absoluta (en el 89 se quedó a un escaño, pero debido a la no toma de posesión de los diputados de Herri Batasuna, pudo gobernar como si la tuviera).
En estas circunstancias de 1993, en vez de pactar con IU decidió apoyarse en CiU y por tanto otorgarles un poder que no les correspondía, y que supieron usar muy bien en 1996 cuando ganó Aznar, al exigirle que retirase del PP de Cataluña a Vidal-Quadras.

Por lo cuál, para mí el inicio del problema que tenemos hoy data de 1993. Antes también había problemas, sí, pero se era claro a la hora de poner los límites. En cambio a partir del 93 se empieza a ceder demasiado. Y así llegamos a 2003 y a la promesa de Zapatero. A la unión a la desesperada con ERC para echar a CiU. Un salto al abismo como se ha demostrado. El Estatut que se aprobó en 2006 era claramente inconstitucional como dictaminó el Tribunal en 2010. Muchos podrán decir que dónde queda su legitimidad cuando fue aprobado por referéndum en Cataluña. Bueno, su legitimidad reside en la Constitución. Si no nos gusta la Constitución habrá que cambiarla, o modificarla, pero lo que no se puede hacer, y menos por parte del Parlamento o del Gobierno, es saltársela. Está ahí para algo. Y hay que cumplirla. ¿Que querían que el Estatut de 2006 fuese legal? Pues que hubiesen modificado la Constitución para ello.
Así pues, la culpa no es del PP por recoger firmas y llevar el Estatut al Constitucional (si ellos no lo hubiesen recurrido lo habría recurrido cualquier otro y seguiría siendo ilegal), ni del Tribunal por fallar en su contra (su obligación es velar por que se cumpla la Constitución), sino que la culpa es del PSOE y de los partidos que votaron a favor del Estatut sabiendo que era ilegal. Aprobaron algo ilegal. Y eso no se puede hacer.

Sorprende bastante que frente a la firmeza que se mostraba en la República y en la Transición incluso por parte de la izquierda (concesiones sí, pero con límites) haya ahora esta permisividad hacia los nacionalistas de darles cada vez más. Incluso en otros países se es más firme. En una entrevista que le realizaba Salvados a Evo Morales, este se mostraba firme contra los separatistas a sorpresa de Évole (autonomía sí, independencia no, a partir del minuto 4):




A partir de la sentencia sucede lo que todos ya sabemos. CiU se radicaliza, busca el pacto fiscal que obviamente no se otorga porque eso supondría un privilegio enorme. De hecho debería ser eliminado del País Vasco y Navarra, no tiene ningún sentido seguir con esos privilegios en los tiempos de hoy. El problema, claro, es que nadie quiere perder sus privilegios. Los nobles no querían, los reyes absolutos tampoco, ni los gremios, ni los monopolistas, ni los oligopolios, ni los paraísos fiscales, ni las sicav...ni tampoco los territorios que cuentan con ellos. Pero es de justicia que se les retiren.



Pues bien, como no lo consiguió, se encaminó hacia la independencia aliándose con ERC. A partir de ahí ya no hay terceras vías que valgan de reforma federal, de otorgar más competencias, de mejorar la financiación...ya lo único que ellos quieren es la independencia, y nadie les va a convencer de lo contrario, tampoco Pedro Sánchez, por mucho que crean que la solución es el diálogo y hablar con Puigdemont.
Por cierto que en una cosa Mas ha triunfado. En que las elecciones de 2015 se consideren plebiscitarias. Todo el mundo les repite y les echa en cara que no han conseguido mayoría en votos. Para mí esa es una estrategia profundamente errónea. ¿Qué pasaría si los hubiesen conseguido? Desde mi punto de vista nada, pues no eran plebiscitarias. Entonces cuando están recordando todo el rato que no son el 50%  lo que realmente hacen es coincidir con Mas en que eran plebiscitarias. Y para mí lo importante no es el porcentaje, sino resaltar que fueron unas elecciones más, lo contrario sería darles legitimidad. Imaginemos que se convocan y esta vez sacan más del 50%. Ya no se podría decirles que es que no son plebiscitarias, porque antes se ha estado recordando todo el rato que eran menos del 50%. Por tanto ese argumento del 48% no me convence nada. Ni aunque lograsen el 100%. No eran plebiscitarias. Punto.


Ya han desafiado a la ley realizando una consulta cuando no podían hacerlo, motivo por el cuál Mas tuvo que ir a declarar. Hubo muchos que dijeron que no les parecía bien que fuese al juzgado por eso. Resulta que ha violado la ley, y la ley está para cumplirla. Si no le gusta que trate de cambiarla, y si no lo consigue, a aguantarse, pero no puede ser que cuando a uno no le guste se la salte. Tenía que ir a declarar y veremos a ver qué se sentencia. Pero no se puede dudar de su obligación de cumplir la ley.

Y ahora siguen desafiando y diciendo que desarrollarán una Constitución y declararán la independencia. Ante eso no cabe otra respuesta que la del 34. Nadie, ni Pedro Sánchez, ni Iglesias, ni Soraya, van a convencer a Puigdemont de que dé marcha atrás como hicieron Fernando de los Ríos y otros con Macià. Este estaba dispuesto a dejarse convencer. Puigdemont no. Por tanto sólo queda actuar como con Companys en 1934. Detenerle, retirarle de su cargo, y suspender la autonomía.

Es eso, o modificar la Constitución para que quepa el referéndum. Porque la patraña que vende Podemos de una consulta no vinculante es un callejón sin salida. Tras esa consulta ¿qué pasaría? No podrían ejercer la autodeterminación porque para eso habría que modificar la Constitución, así que estamos en las mismas.

Esto sólo tiene 3 posibles soluciones: O el independentismo renuncia; o se modifica la Constitución y hay referéndum; o se tendrá que suspender la autonomía. Y esta suspensión podría llevar a un estallido social en Cataluña impresionante.
Pero es que incluso si Podemos ganase, para modificar la Constitución en el sentido de romper la soberanía nacional, se necesitan dos tercios del Congreso y del Senado, y un referéndum nacional. Es decir, imposible, además de gran crispación. Incluso si se aprobase, se abriría la veda para otros referéndums en otras regiones, pudiendo acabar en algo parecido a como acabó Yugoslavia.



La única salida para que no haya crispación es que el independentismo renuncie. Lo cuál podría suceder si en las próximas elecciones catalanas los partidos independentistas no sumasen mayoría. Pero es que Podemos está muy por la labor de que haya referéndum. Incluso está intentando que el PSC lo acepte.
Como hemos visto, del PSC se han salido sus ramas más soberanistas, pero aún así es profundamente catalanista, y no descartaría que nos diese alguna sorpresa.
Por cierto que todos dicen que Iceta es muy bueno y que ha conseguido frenar la caída libre del PSC...pues yo discrepo. El PSC ha obtenido su peor resultado en unas autonómicas en toda su historia. De hecho, hasta 2010 nunca había bajado de 30 diputados, y ahora tiene 16. La situación identitaria se les está comiendo. Los soberanistas se van a Junts pel Sí o las CUP, y los que no lo son a Ciudadanos, quedando el PSC en medio, y la indefinición en estos casos es lo peor, pues el votante quiere certezas.

Y a ver qué pasa con CDC, porque la deriva independentista les está saliendo muy cara. Ya perdieron a su socio Unió, y están por detrás de ERC, como se comprobó en las generales. Los votantes soberanistas de CDC se están yendo a ERC o las CUP, y los moderados ven con malos ojos la deriva.

En una situación de polarización enorme, los extremos ganan. Las CUP, ERC y Ciudadanos. Los que están en el medio pierden.

Podemos se equivoca y mucho cuando dice que son la primera fuerza en Cataluña y que Ciudadanos son la 5ª. Lo dicen porque ese fue el resultado de las Generales, pero de todos es sabido que en Cataluña la gente no vota igual en las generales que en las autonómicas. ¿Por qué Podemos se estrelló brutalmente en las autonómicas de 2015 en Cataluña? ¿Por un líder no carismático? ¿Por que Colau no apoyó explícitamente? ¿Por que hubo demasiada presencia nacional en campaña y poca regional? Puede que sean factores importantes, pero dejan de lado el fundamental, que es que la gente vota de manera diferente. En las autonómicas lo hacen pensando en el futuro de Cataluña, y en las generales en el de España. Y si no, comprobemos los datos.
Comparemos por ejemplo los resultados del psc y ciu desde 1980 a 2011:
Autonómicas 80: CiU 43, PSC 33. Generales 82: CiU 12, PSC 25.
Autonómicas 84: CiU 72, PSC 41. Generales 86: CiU 18, PSC 21.
Autonómicas 88: CiU 69, PSC 42. Generales 89: CiU 18, PSC 20.
Autonómicas 92: CiU 70, PSC 40. Generales 93: CiU 17, PSC 18.
Autonómicas 95: CiU 60, PSC 34. Generales 96: CiU 16, PSC 17.
Autonómicas 99: CiU 56, PSC 52. Generales 00: CiU 15, PSC 17.
Autonómicas 03: CiU 46, PSC 43. Generales 04: CiU 10, PSC 21.
Autonómicas 06: CiU 48, PSC 37. Generales 08: CiU 10, PSC 25.
Autonómicas 10: CiU 62, PSC 28. Generales 11: CiU 16, PSC 14. 


Es decir, en las autonómicas CiU barre al PSOE (Menos en el 99 y 2003 que estuvo muy igualado) pero en las generales el PSOE supera a CiU (menos en 2011 cuando el PSOE logró su peor resultado desde 1936), porque la gente cuando vota en las generales lo hace pensando en el gobierno de España y cuando vota en las autonómicas lo hace pensando en el gobierno de Cataluña.

Por tanto no sería descabellado pensar que si vuelve a haber elecciones en Cataluña la gente siga polarizándose en torno a ERC, Ciudadanos y la CUP, mientras que los demás partidos continúan en retroceso, porque la clave en las autonómicas es la cuestión catalana, por mucho que podemos esté al auge y gane en las generales en Cataluña, la gente vota de forma diferente dependiendo del tipo de elección. Así que les recomendaría que no se alegren tanto de las autonómicas de septiembre de 2015 a las generales de diciembre de 2015, porque aunque el resultado haya sido muy diferente en Cataluña, si se volviesen a repetir, podrían estar más cerca del resultado de Septiembre que del de Diciembre. A los datos me remito.



Otro análisis a realizar sería cómo desde CDC y ERC se asegura que si Cataluña se independiza va a continuar estando en la UE y el Barça va a seguir en la Liga, por poner sólo 2 ejemplos.
Eso es un claro engaño, pues no depende de ellos. Si se independizan, están fuera de la UE y de la Liga, y tendrían que solicitar su ingreso. Y si como se prevé esa independencia es inamistosa, saltándose las leyes, con toda probabilidad se bloquearía su ingreso en la liga y en la UE.

Deberían ser sinceros y contar la realidad de lo que pasaría si se independizasen. Por no hablar de la deuda que tienen, que a día de hoy les está salvando el gobierno nacional.



En resumen, la situación en Cataluña es compleja, pero no hay que quedarse en frases sencillas, sino que conviene echar la mirada atrás a la historia y ver que el tema viene de lejos, y que si en el pasado se supo lidiar con él con firmeza, ahora también se debería poder. El problema es que el PP y el PSOE cedieron demasiado, y ya no hay terceras vías que valgan. Y aunque algunos reclamen el referéndum, eso sería romper la soberanía nacional, y para lograrlo habría que reformar la Constitución, para lo que se necesitan dos tercios y que se apruebe en referéndum nacional, lo que dudo mucho que suceda. Ni referéndum ni terceras vías. Creo que vamos encaminados a la confrontación. De aquí a 2017 se sucederán recursos al Constitucional, suspensiones, sentencias, comparecencias ante el juez...y veremos a ver si finalmente redactan esa "Constitución Catalana" y la dan a votar (mediante una consulta alternativa supongo).
Hasta mediados del 17 no veremos el verdadero desenlace de todo esto, pero diría que tiene todas las probabilidades de acabar en inhabilitaciones, detenciones y suspensión de autonomía.

La única solución como digo sería el referéndum, pero para eso la ciudadanía española debería querer, y por los resultados electorales no está por la labor (si no los favorables al referéndum sacarían dos tercios). El problema está en que se ha ido demasiado lejos cediendo ante los nacionalistas hasta que ya no se pudo ceder más. Que el PSOE o el PP alabasen el referéndum no se lo perdonarían muchos de sus votantes.

Así pues, estamos en un callejón sin salida, con el que a todas luces nos toparemos en el 17. Aunque para entonces seguramente ya tengamos un gobierno y será de gran coalición, porque si se repiten las elecciones como parece que va a suceder, no creo que varíe mucho el resultado, y esta vez alguien tendrá que ceder. Pero desde luego el desafío catalán unirá a PP, PSOE y Ciudadanos en su negativa a la declaración unilateral de independencia. Puede que alguno se escinda del PSOE alegando que debería permitir el referéndum, pero serán pocos. Ante la gravedad de los hechos se aliarán con el PP y Ciudadanos, y aunque habrá voces favorables al referéndum desde la oposición, ese tripartito será lo suficientemente fuerte para contrarrestarlas.

Ese es mi pronóstico, y no creo que me equivoque. En cualquier caso en el 17 lo comprobaremos.




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