lunes, 9 de agosto de 2010

Construyamos una alternativa

No es sólo que la corrupción inunde la política, que se sigan construyendo armas nucleares después de haberse lanzado, que se abarate el despido, que en Panamá se prohiba el derecho a la huelga, que haya represión en Egipto o Túnez ante la protesta de obreros y que los medios lo silencien, que la OTAN bombardee civiles en Afganistán, que el nº de personas que pasan hambre se haya incrementado hasta los 1200 millones en lugar de reducirse,


que las farmacéuticas creen enfermedades para forrarse mientras no invierten en los países pobres dejando a la gente morirse de enfermedades curables.
No es sólo que la gente siga consumiendo drogas perjudicando su salud, aumentando los beneficios de los narcotraficantes, con todo lo que conlleva de violencia entre clanes. No es sólo que se recorten los salarios de los trabajadores, haya EREs, se congelen las pensiones, se aumente el gasto en armas, se reduzca en ayuda al desarrollo, se recorten inversiones públicas, se suprima el impuesto del patrimonio, la vivienda esté por las nubes, no se luche lo que se debería contra el fraude fiscal, sigan existiendo los paraísos fiscales.
No es sólo que se criminalice a los inmigrantes y estadounidenses xenófobos viajen a la frontera para disparar a mexicanos, o que se explote laboralmente a trabajadores en China, África o Latinoamérica cobrando un sueldo de miseria para beneficios de Occidente.
No es sólo que los banqueros multipliquen beneficios, los futbolistas y actores ganen muchísimo dinero mientras hay gente en el paro que no recibe ninguna prestación.
No es sólo que se privatice correos, renfe, el sector aéreo, con toda la competitividad que supone a la baja en los salarios y derechos de los trabajadores y por tanto en calidad de los usuarios más desfavorecidos.


No es sólo que se incremente el nº de personas sin hogar, que en Gaza no tengan combustible ni material de construcción debido al bloqueo, que Uribe denuncia a Chávez ante la Haya cuando él ha permitido el asesinato indiscriminado de personas de izquierdas a manos del ejército o de los paramilitares.
No es sólo que se especule y se desahucie a personas que han vivido toda su vida en sus casas por el mero hecho de construir para ganar dinero, que te estén llamando constántemente desde otra compañía de la competencia (ya sea del móvil, el teléfono, la luz, el gas, internet, la televisión...) para que te cambies...que cantidad de empleo improductivo que se podía estar dedicando a otras cosas más productivas.
No es sólo que la violencia de género siga creciendo y haya innumerables mujeres muertas a manos de sus parejas. O que los suicidios sigan aumentando, el bullyng, el acoso escolar, las torturas, las desapariciones forzosas, el terrorismo, los secuestros...
No es sólo que no haya democracia interna en los partidos, que haya una ley electoral injusta, que no haya listas abiertas ni democracia participativa, que sólo se vote cada 4 años, que siga la pena de muerte, que haya inocentes encarcelados, que España sea de los países que tiene más porcentaje de población reclusa de Europa, que haya fracaso escolar, que la empresa entre en la Universidad, que no se consulte a los alumnos, que la justicia beneficie al rico, que haya un golpe de Estado en Honduras, que se mantenga la opresión sobre el Sáhara, que se construyan hoteles en las costas...
No es sólo que la mafia reine a sus anchas falsificando dinero, traficando con la droga, con el azar, con las apuestas deportivas, y se meta en política con la corrupción.



No, no es sólo eso. Es que además nos estamos cargando el planeta. La población se está concentrando en grandes ciudades. Bombay o México DF superan los 20 millones de habitantes. La zona rural se está abandonando, emigrando todo el mundo a la zona urbana. La agricultura está en decadencia pues prima el obtener el máximo beneficio al mínimo coste con lo que los transgénicos aparecen en primera plana a costa de la salud de las personas, al igual que los pesticidas.
En la ganadería se está intensificando la explotación, clonando vacas para que produzcan más leche, engordando a gallinas y cerdos constántemente para que produzcan más huevos y mejores jamones, aún a costa de nuestra salud.
Las carreteras y las ciudades destruyen el hábitat natural de las especies animales haciendo que muchas desaparezcan. Se inunda el océano de bolsas de plástico haciendo que los peces mueran. Se les pesca indiscriminadamente sin ningún tiempo de protección haciendo que muchas especies estén en peligro de explotación.
Se mantiene el maltrato a los animales como la caza o las corridas de toros, por no hablar de los animales domésticos abandonados, especialmente los perros.
Las centrales nucleares proliferan, se nos dice que no podemos seguir quemando petróleo, que las nucleares no contaminan, que es el único camino, que no podemos seguir dependiendo de otras fuentes de energía de otros países. Y luego hay un accidente como el de Chérnobil o el de Bhopal, y seguirán diciendo que son seguras. ¿Cuántas veces deberemos de tropezar hasta darnos cuenta de que no son seguras?


Ante la ola de incendios en Rusia se teme que alcancen las centrales nucleares. ¿Qué más es necesario para que se den cuenta de que no son seguras?
Por no hablar de los residuos tóxicos. Debido a la poca financiación de los ayuntamientos, los más pequeños optan por el almacén, a costa de la seguridad de su población. Hasta esos extremos hemos llegado, abandonar la zona rural para convertirla en un vertedero, en un almacén de residuos tóxicos, para construir allí una prisión...
Deben surgir alternativas para la zona rural, una agricultura ecológica y sostenible, sin las grandes multinacionales imponiendo su dictamen, al igual que con la ganadería.

¿Y qué hay del calentamiento global, del aumento de las temperaturas, de la capa de ozono, de la subida del nivel del mar, del deshielo del Polo Norte y la Antártida, de la desertización, de la explotación forestal indiscriminada en el Amazonas, de las sequías o las inundaciones?
Se está contaminando demasiado. Se debe apostar por el transporte público, penalizar a los coches, poner límites a la contaminación, cumplir con el protocolo de Kyoto, y apostar por las energías renovables.

¿Veremos algún día la solución a estos problemas? Lucha hay en todas partes, contra las nucleares, los transgénicos, las clonaciones...pero los medios ridiculizan esa lucha.

Hace bien poco han prohibido los toros en Cataluña.


La lucha ha vencido, y como es inconcebible que David venza a Goliath, todos los medios han pasado a la ofensiva, en la prensa se ve muchísima más dedicación a los toros y a identificarlo como algo cultural e histórico que lo que habían estado publicando hasta ahora.
Y salen los políticos de derechas y los partidarios de los toros diciendo que hay una obsesión por prohibir, que si la sociedad no quiere a los toros dejarán de ir a la plaza y no habrá necesidad de prohibir nada.
Eso mismo se podría haber dicho en el siglo XIX, que no había que prohibir trabajar más de 8 horas, que si los empresarios querían ya lo harían, pero que no habría que prohibir. O el trabajo infantil, que sería algo que se acomodase a la sociedad, no que viniese impuesto. Sin embargo todos entendemos que es algo que había que prohibir porque era explotación. Igual que actualmente hay que prohibir el maltrato animal.
Por cierto, aquí hay que denunciar la incoherencia del PP, que dice que hay una obsesión por prohibir cuando ellos han propuesto prohibir el burka o prohibir la huelga cuando se soliciten mejoras en el convenio. ¿Quién tiene obsesión por prohibir?

En fin, simplemente con que la lucha contra los transgénicos y la clonación avance y se impongan supermercados ecológicos creando una alternativa al sistema, me doy con un canto en los dientes. Parece que no podemos esperar nada desde arriba. Tendremos que actuar desde abajo, con estos supermercados ecológicos, esas okupaciones de viviendas, esas revitalizaciones de pueblos abandonados, esa agricultura ecológica, ese internet libre, el software libre, las webs de contrainformación, esas cooperativas que no miran tanto el beneficio sino el bienestar y el acuerdo de los trabajadores...¡Construyamos otro mundo nosotros mismos desde abajo!


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Jesús, lo has reflejado todo, no te has dejado nada de esta mierda de panorama de vida :(
Un saludo

Anónimo dijo...

¿A quién hay que matar?
Es broma.
Escucha "fue terrible aquel año" de Ismael Serrano, no es el tipo de música que te gusta, pero también es un inventario de desastres, es decir, de cómo está el mundo.
Nos hemos vuelto tod@s loc@s sino combatimos todo este desastre.
Tenemos mucha pelea por delante Jesús. Nos vemos en la lucha.

Jesus dijo...

Y aún me he dejado cosas por poner, como la prostitución a la que se ven obligadas millares de mujeres, los/las falos/falsas astrólogos/astrólogas, el cáncer, el sida, las violaciones,...y seguro que vosotros habríais metido de una u otra forma a la Iglesia jeje.