miércoles, 30 de mayo de 2012

La izquierda fanática

En los últimos tiempos vengo escuchando mucho cuando comento alguna noticia de Siria, desde mucha gente de izquierdas, decir que es mentira, que es manipulación, o que es propaganda del imperialismo.
Ya opiné sobre la manipulación de los medios informativos y de los medios contrainformativos.
Efectivamente, hay manipulación y tergiversación. Se introducen sesgos de opinión, se callan cosas, exageran otras, y algunas veces, pocas pero algunas, se inventan cosas.

Ahora bien, los medios también informan. Si dicen que va a llover mañana no están manipulando. Si dicen que van a fichar a Cristiano Ronaldo por 92 millones de euros no están manipulando. Si dicen que mañana se va a votar la reforma laboral en el Congreso no están manipulando.
A lo que voy es al análisis simplista de: "No, los medios siempre manipulan, no te puedes creer nada de lo que dicen". Eso es falso. Los medios proporcionan información. Lo que pasa que esa información, que en el 95% de los casos suele ser cierta, hay veces que está tergiversada, manipulada o mezclada con opinión, y por tanto hay que coger la información como cierta pero sabiendo que es conveniente conocer también lo que dice la otra parte y librarse del sesgo de opinión.

Entrando con lo de Siria. Hay gente que dice que se está mintiendo, que es todo propaganda, que los muertos no están en realidad muertos, que se miente sobre la oposición, que se prepara una guerra...
Vale, puede haber casos en los que se mienta. Como lo del blog de una lesbiana siria que resultó que era un ciudadano estadounidense.
Pero ojo, los medios de comunicación están en Siria. Han entrado a duras penas. A algunos les mataron o hirieron, muchos tuvieron que escapar. Hay periodistas aficionados grabando cosas de Siria, otros que se van a la frontera con Turquía.
Hay informes de Anmistía Internacional. De Médicos sin Fronteras. Hay observadores internacionales de la ONU.
Por tanto, cuando alguien dice: "No, todo es mentira, los ÚNICOS que matan son los opositores, el ejército sólo combate a TERRORISTAS", ese alguien está mintiendo. ¿Por qué? Porque Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, los observadores internacionales de la ONU, los periodistas que se juegan la vida para informar, sacan miles de casos de niños muertos, de mujeres muertas, de vídeos de bombardeos del régimen, realizan informes sobre los hospitales, sobre el hostigamiento al que somete el régimen a los médicos y a los heridos, sobre los disparos en los funerales, sobre la represión del régimen.

Pero todavía hay quien dice que no, que es mentira, que Médicos sin Fronteras miente (a pesar de ser una de las ONG con mayor prestigio a nivel mundial), que Amnistía Internacional miente (a pesar de que han denunciado también abusos de la oposición, aunque si bien es cierto que mucho menos, pues nada pueden kalashnikov contra tanques, curiosamente cuando denuncia eso o las represalias de los rebeldes libios, los mismos que dicen que miente sobre las atrocidades de Gadafi y de Al Assad, dicen que en ese caso sí que dice la verdad), que los Observadores Internacionales mienten (a pesar de que ha enviado algunos Rusia), que el Consejo de Seguridad de la ONU condena al régimen sin pruebas (a pesar de hasta Rusia, que vende armas al régimen sirio y apoya a Al Assad, ha reconocido bombardeos del régimen sirio con artillería pesada).


Todavía hay gente que dice que son los rebeldes quienes provocan más muertes, como si el armamento que obtienen fuese como el del régimen. Que me expliquen a mí cómo los rebeldes pueden hacerse con tanques. Venga hombre.

Está claro que los medios manipulan, pero de ahí a decir que manipulan toda y cada una de sus palabras, a despreciar todos y cada uno de los estremecedores testimonios de familiares de víctimas, de huidos de la violencia del régimen, a despreciar todos los informes de la ONU, de Médicos sin Fronteras, de Amnistía Internacional, a despreciar a los observadores internacionales, y a los periodistas que se juegan literalmente la vida para informar, va un trecho.


El otro día leí una entrada de Rolando Astarita (marxista argentino) sobre Corea del Norte (os recomiendo leerla si tenéis tiempo). Ofrecía datos estremecedores con testimonios de huidos. Pues bien, había comentarios que decían que era mentira, que esos testimonios eran propaganda imperialista de Corea del Sur y de EEUU.
Rolando les contestaba de forma muy clara. Dejo aquí algunas de sus respuestas, que la verdad, reflejan muy bien lo que pienso sobre lo fanatizada que está alguna gente de izquierdas que niegan cualquier realidad aunque se la pongan delante de la cara, que es tan cabezota que quiere seguir creyendo en lo que cree a pesar de que todos le digan que no es así.
Espero que algunos reflexionen y vean que no se puede decir simplemente: "Todo es mentira", que hay ocasiones en las que hay que admitir que uno no posee la verdad absoluta y que la parte a la que defiende también comete errores, y que los medios o los organismos internacionales no mienten siempre.

Los comentarios de Rolando Astarita:

"Sí, claro, tampoco existieron los campos de concentración de Stalin; ni la colectivización forzosa con miles de muertos; Trotsky seguramente murió de gripe y la GPU no asesinó a Andrés Nin, ni a ningún otro poumista, ni tampoco a ningún anarquista. Stalin no envió al exilio a pueblos enteros, acusados de colaboración con los nazis; y tampoco envió a los campos de concentración a héroes de la guerra por el hecho de haberlo criticado. Tampoco, por supuesto, existió el Muro de Berlín; ni los centros de detención en Rumania. Asimismo en China no existió la eliminación masiva de los críticos del Gran Salto Adelante de Mao. El régimen de los Khmers rojos de Camboya también es un cuento. En fin, todas son invenciones del imperialismo. Por eso en 1989 los pueblos de la URSS y de todo el Este de Europa se levantaron contra los regímenes stalinistas. Vivían una realidad inventada por “los enemigos del socialismo”. Algo similar deberá de explicar la caída del maoísmo. A esto ustedes, los stalinistas, le llaman “la ciencia del materialismo histórico”. Y al que no les crea, lo mandan a un campo de concentración, a ver si se “reeduca”. Solo cabe imaginarse lo que puede ser gente como usted dotada de poder.
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Personalmente conozco a una persona, que vive en Argentina, nieta de una mujer que escapó, hace ya muchos años, de Corea del Norte. Toda la familia directa de su abuela, que quedó en Corea, fue detenida y fusilada. Esto a ustedes, por supuesto, los tiene sin cuidado. Están acostumbrados a estas “pequeñeces”. El hecho es que nadie puede inventar el testimonio de tantas personas, contando todas las mismas historias. Reconozco que como ex detenido-desaparecido bajo la dictadura militar argentina, me siento muy identificado con esta gente. También en aquella época los dictadores y sus defensores decían que nuestros testimonios eran “inventos”. Amnistía Internacional hacía las denuncias (seguramente “por orden de EEUU), y los delegados de la URSS vetaban las condenas en los organismos internacionales de derechos humanos (seguramente en “defensa del socialismo”). El argumento era siempre el mismo, “no hay pruebas suficientes”. Solo faltaba que dijeran que nuestros testimonios eran inventos “del imperialismo”. Y el hecho es que lo mismo decían ustedes cuando se denunciaban los campos de concentración en la URSS, o en cualquier otra parte. “Propaganda imperialista”. Cientos de miles de personas enviadas a la muerte o a las peores torturas, por el solo hecho de criticar y discrepar.
Hace años, cuando estuve en Europa, pude escuchar el testimonio de un hombre que siendo joven fue internado en un campo en Rumania por el solo hecho de que le gustaba el rock. Escuché sus sufrimientos, los horrores que vivió, y sé que estas cosas no se inventan. Pero a ustedes nada les importa, viven tan contentos con el cuento de “es propaganda imperialista”. Con el cuento de “cerrar filas frente a la burguesía”, ustedes aplauden las peores canalladas.
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Es la ideología que ha llevado a las ideas del socialismo al actual desprestigio, a nivel de las masas trabajadoras del mundo. Creo que en el fondo, las fuerzas del capital les van a estar agradecidas. A los ojos del mundo ustedes han identificado al socialismo con el Muro de Berlín, con regímenes en donde la gente es mantenida a la fuerza, con sistemas policíacos de terror generalizado sobre las poblaciones, con la mentira, los campos de concentración, las torturas y las desapariciones. Por supuesto, cuando toda esta mierda sale a la luz, como sucedió cuando se destaparon los crímenes del stalinismo en la URSS, o los horrores de los Khmers rojos en Camboya, para citar solo dos casos resonantes, ustedes mirarán para otro lado, se encogerán de hombros, y repetirán la estúpida cantinela de siempre: “es propaganda del imperialismo”. Amén.

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Quiero volver sobre su argumento “ninguna prueba fehaciente, ningún documento gráfico sobre ese campo de concentración”. Al margen de que hay imágenes satelitales de los campos, hay algo bestial en lo suyo. Se trata de que prácticamente nunca hay “documentos gráficos” de las torturas, de las vejaciones. Los torturadores por lo general no filman, ni sacan fotos de lo que están haciendo. Pero si fuera entonces con su criterio, jamás se podría haber condenado ni siquiera denunciado algún centro de tortura. Hace dos años presté testimonio en los juicios a represores del centro donde estuve secuestrado y fui torturado, en 1976. Mi testimonio, como el de otros testigos, fue considerado prueba por los jueces, y citado en la condena a dos de los represores. Pero no había ninguna fotografía, ni registro escrito, ni filmación de lo que contábamos los testigos. Sin embargo, nuestros testimonios fueron aceptados. Es lo más elemental. Pero a ustedes todo esto los deja imperturbables. Son a prueba de todo. Por supuesto, además, si alguien algún día les presenta imágenes satelitales de los campos, dirán que son “inventos del imperialismo”. Si un represor deserta y cuenta lo que vio o hizo, dirán lo mismo. Por el otro lado, aceptan como válidas confesiones arrancadas con torturas; o “juicios” (como fueron los famosos juicios de Moscú en los 30) en los que se inventaban testigos, pruebas y se citaban circunstancias que incluso eran imposibles de cuadrar en un relato coherente (como demostró Trotsky en su momento).
En fin, su misma afirmación “los testimonios de los que pasaron por los campos no cuentan como prueba” es prueba del proyecto de sociedad bestial que gente como usted defiende. De algo estoy seguro: en ese “socialismo” que ustedes defienden, a mí seguramente me fusilarían. En el proyecto de sociedad superadora del capitalismo que defiendo, gente como usted tendría todas las garantías para seguir defendiendo sus ideas. Creo que nada resume mejor el abismo que nos separa.

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Y así usted llega a sostener que “la desaparición de las dictaduras no significa ningún avance para el proletariado nacional o internacional”. De manera que los que luchamos contra las dictaduras somos “cómplices intelectuales de los que asesinan a los pueblos”. Assad está masacrando al pueblo, pero Assad no es, según ustedes, “un asesino de su pueblo”, sino un patriota defendiéndose del ataque imperialista. Lo mismo con Kadhafi. Cuando un periodista venezolano llega a Benghazi, y la gente le dice que están luchando contra una dictadura, a ustedes se les cae la estantería. Pero no importa, Kadhafi no es “un asesino del pueblo”, sino otro patriota luchando contra el imperialismo. Cuando la gente se levanta y denuncia las masacres, hay que hacer todo lo posible por tapar, y meter todo el empeño en acusar a los denunciantes de “agentes del imperio”. Y la misma actitud adoptan ante tantos otros dictadores. La bandera del anti-imperialismo les sirve para todo. Han definido al enemigo como “el imperio” (la explotación del trabajo es una cuestión secundaria) y a partir de ahí tapan todo. Tengo razón entonces en decir que ustedes apoyan las peores inmundicias. ¿Qué importancia tienen varias decenas de miles de internados en campos de concentración en Corea del Norte? Para ustedes, ninguna. El régimen de los Kim es un régimen de “patriotas” enfrentados al imperio. ¿Qué importancia tiene que Videla torturara y asesinara a miles de militantes? Pues ninguna si enviaba trigo a la URSS. Resultado, Cuba y la URSS tapaban los crímenes de la dictadura argentina, y el PC argentino hablaba de los “militares democráticos”. Total, “la desaparición de la dictadura de Videla no significaba ningún avance para el pueblo argentino”. A esto usted le llama “no ser cómplice de asesinos de los pueblos”. A esto quiere que alguien lo considere un “razonamiento socialista”. Le cuento que no alcanza siquiera el nivel de un razonamiento. Pero para ustedes, nada tiene importancia. Para ustedes no tuvieron ninguna importancia los cientos de miles (hoy se habla de más de un millón) de muertos bajo las colectivizaciones forzosas de Stalin; o los cientos de miles (desde el propio régimen stalinista surgieron testimonios que hablaría de más del millón) de muertos en el gulag soviético. Son “detalles” de la historia. Y así se explica que las clases trabajadoras del mundo hayan terminado identificando al socialismo con el apoyo de dictaduras brutales. Ustedes lo lograron: ustedes, los cómplices intelectuales de los Stalin, de los Khmers rojos, de los Kim, de los Milosevic, de los Videla, de los Khadafi, de los Assad, contribuyeron a que el socialismo terminara identificado con todo esto a los ojos de las masas. Y a quienes los critican, a los que luchan por rescatar lo que fueron los ideales del humanismo socialista frente a tanta basura, por supuesto, hay que tacharlos de “cómplices intelectuales de quienes asesinan a los pueblos”.
Por supuesto, sé que a ustedes no los voy a convencer de nada. Estamos en veredas opuestas, como ya le dije. Usted es de los que aplaudiría mi fusilamiento bajo cualquiera de esos regímenes que saluda.
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Todo esto, además, lo quieren tapar apuntando a los crímenes del capitalismo, como si no los que denunciamos la represión stalinista y de las dictaduras a lo Assad no estuviéramos en contra del capitalismo y sus crímenes. Usted no sale de la lógica que adoptaron todos los stalinistas, desde siempre: “el que denuncia de los campos de concentración de Stalin oculta los crímenes del capitalismo y es un agente del imperialismo”; y un “fanático religioso”. A esta estupidez se reduce el argumento. A lo que usted agrega ahora el argumento típico de todos los reaccionarios, de todos los tiempos: “son sociedades particulares, no occidentales, por eso usted, agente del imperialismo, no las entiende”.
Claro, en esas sociedades “particulares” la gente acepta gustosa los campos de concentración; se divierte con la tortura; en esas sociedades nadie quiere opinar en contra de lo que opine el líder; en esas sociedades puede haber un millón de muertos por hambre, pero el que critique la política alimentaria del gobierno irá a la cárcel. Y a la defensa de estas bestialidades le llaman “ciencia” y “marxismo”. Como decía Marx, hay efectivamente un comunismo reaccionario, bestial, que no tiene nada de progresivo. Es lo que encarnan ustedes, los que aplauden a los Kim y a los Stalin, a los Khmers y a los Assad.
Por último, la ceguera lo lleva a usted a no poder caracterizar siquiera un movimiento democrático. Los que se levantaron en Túnez, en Egipto, en Bahrein, en Libia, en Siria, no lo hicieron por el socialismo, ni por anti-imperialismo. Lo hicieron porque no pudieron soportar más a regímenes dictatoriales. El resultado ha sido ampliar las posibilidades y el campo para la pelea por libertades democráticas. El levantamiento en Irán contra la dictadura del Sha terminó dando lugar a un régimen teocrático y reaccionario, pero esto no invalida que el levantamiento fuera democrático. En la historia esto ha sucedido infinidad de veces. La revolución de febrero de 1848 fue democrática, a pesar de que finalmente el movimiento terminara en Bonaparte. Cualquiera sabe esto. Pero a ustedes esto los tiene sin cuidado. Ni están enterados de lo que es un proceso histórico, porque lo único que les interesa es aplaudir dictaduras y genocidas… con tal de que sean nacionalistas.

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Cuarto, soy tan responsable de mis palabras que salí a decir, contra la opinión de la “izquierda políticamente correcta” que los rebeldes anti-Kadhafi tenían todo el derecho de pedir ayuda de la OTAN, y que esto no los convertía en agentes colonialistas. Por supuesto, se trata de una guerra, y murieron miles de personas de los dos lados. Kadhafi bombardeó población civil, y lo mismo hicieron los rebeldes y la OTAN. Pero esto no cambia la naturaleza del problema. Soy consciente de que la lucha contra una dictadura como la de Kadhafi deja un saldo de miles de víctimas. Como ahora también está sucediendo en Siria. Por eso también mantengo la posición ante lo que sucede en Siria. Los que luchan contra la dictadura de Assad han solicitado ayuda del exterior. Considero que esto no los convierte en agentes de ningún colonialismo. Considero que tienen todo el derecho a hacerlo. El que está en un enfrentamiento armado recurre a las fuentes que puede para resistir. Como he explicado, hubo cantidad de movimientos nacionalistas y democráticos que en lucha contra el colonialismo o contra dictaduras pidieron y obtuvieron ayuda de potencias extranjeras. Volviendo a los conflictos en Libia y Siria, aquellos que niegan a los rebeldes el derecho a pedir ayuda, en el fondo lo que están tratando es de aislarlos, con el fin de que sean masacrados.

Quinto, en todo enfrentamiento lo central es partir de una caracterización correcta de las fuerzas enfrentadas. La progresividad, o no, del triunfo de un bando u otro depende de esto. La diferencia central entre el castrismo o el chavismo y mi caracterización en el enfrentamiento en Libia o Siria pasa por aquí. El nacionalismo izquierdista (castrismo, chavismo, stalinistas varios, también algunos trotskistas) caracterizan que los sublevados libios y sirios son agentes del imperialismo. De ahí que justifiquen lo hecho por Kadhafi y Assad, el bombardeo a las poblaciones civiles, el asesinato de manifestantes (ayer mismo la policía siria mató a cuatro estudiantes universitarios; como siempre, ustedes en silencio, aplaudiendo), las torturas y las desapariciones. En cambio yo he caracterizado a los levantamientos como parte del mismo fenómeno que abarca a toda la región (Egipto, Túnez, Bahrein). Esto es, como un movimiento democrático. Es en este marco que considero progresiva la caída de Kadhafi, y la eventual caída del régimen de Assad. Con esto no quiero decir que esté garantizado que haya siquiera una democracia burguesa. Sí estoy convencido de que abre posibilidades para el avance en la lucha por libertades burguesas, lo cual es conveniente para las clases trabajadoras. Esta es la gran diferencia que tengo con usted. Usted lo dijo en otro comentario: para usted un régimen democrático burgués no hace ninguna diferencia con respecto a una dictadura. Es la idea de que era lo mismo el franquismo que la República.

Sexto, el plantear que un movimiento, o que el triunfo de un bando en lucha sea progresivo, no implica desconocer que se cometan muchísimos atropellos, asesinatos, violaciones de todo tipo de derechos humanos. Ningún movimiento revolucionario es puro. Una revolución o una guerra no es un juego de niños. Por ejemplo, históricamente la derrota del ejército alemán a manos del Ejército Rojo fue totalmente progresiva. Sin embargo, cualquiera podría decir que el avance del Ejército Rojo sobre Alemania dio lugar a todo tipo de sufrimientos al pueblo alemán (entre ellos, la violación masiva de mujeres). No desconozco esto, pero sigo sosteniendo que el triunfo del ER fue progresivo. El mismo criterio aplico a otros movimientos, y otros episodios de guerra.
Termino haciendo ahora una pregunta: ¿Cuántos miles de muertos más deberá haber en Siria para que se dignen a reconocer que se trata de una lucha democrática contra una dictadura? ¿Cuántos testimonios más de las torturas en los campos de concentración coreanos deberán leer para que se dignen a levantar una voz crítica? La realidad es que miran para otro lado. La realidad es que callan todo.
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Quinto, nunca sostuve que en Libia acabaría el capitalismo por el triunfo de los rebeldes. Sí sostuve, y lo sigo sosteniendo, que el hecho de que los rebeldes hayan pedido la ayuda de la OTAN no los convertía en “punta de lanza del colonialismo”. Hoy Libia no es más colonia de lo que lo era bajo Khadafi. Agrego: lo mismo se plantea hoy con respecto a Siria. El pedido de armas y ayuda internacional que hacen los rebeldes no los convierte en “agentes del colonialismo”, como piensa la mayor parte de la izquierda. De la misma manera que el pedido de ayuda de la España republicana a Francia e Inglaterra no la convertía en agente del imperialismo. Por supuesto, entiendo que esto que sostengo les moleste a los que defienden dictaduras como la de Khadafi, o al actual régimen Sirio. Es interesante que con su razonamiento, los que denunciaban las desapariciones forzosas y las torturas en Argentina, en 1979, ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, “coincidían objetivamente con EEUU”. Y los que se negaban a avalar esas denuncias (entre ellos, Cuba y la URSS) “eran objetivamente anti-imperialistas”. La lógica de todos ustedes en este sentido es impecable.


Octavo, acerca de la posición de Cuba y Venezuela ante el régimen de Pyongyang, baste recordar la posición que los gobiernos de ambos países tomaron frente a la muerte de Kim Jong-il. El Consejo de Estado decretó tres días de duelo en Cuba. El gobierno venezolano envió condolencias llenas de elogios al régimen de Corea del Norte. Por supuesto, estas posiciones hay que ponerlas en el marco de la postura histórica del castrismo frente a los regímenes soviéticos. El apoyo de Castro a la invasión soviética a Checoslovaquia, de 1968, no fue un exabrupto. Hay una continuidad entre ese apoyo, los elogios al régimen de Corea del Norte (y el silencio ante las atrocidades que se denuncian) y la actual defensa de dictaduras como las de Khadafi o de Assad.
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Acerca de la posición de Venezuela: 19 de diciembre de 2011, Comunicado oficial del gobierno de Venezuela: “El Gobierno Bolivariano manifiesta su profundo sentimiento de solidaridad al Pueblo de la República Popular Democrática de Corea por la pérdida de su Líder, al tiempo de tener plena confianza en la capacidad de los coreanos de conducir su propio futuro hacia la prosperidad y la paz. El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela reitera su voluntad de continuar caminando, junto con las naciones soberanas, en el sendero de la lucha por la autodeterminación y la paz mundial”.
Pues bien, los coreanos no tienen ninguna capacidad de autodeterminación si no hay libertad de crítica, de organización, de disidencia; si no se acaba con el régimen del terror, con los campos de concentración. Si no se permite la libre circulación de prensa, de opiniones. Ustedes piensan que restringiendo las libertades se fortalece el “socialismo” que creen defender. Lo cierto es que se debilita, y cada vez más. No hay forma de construir ningún socialismo sobre la base de la represión y la anulación de las voces críticas. Lo puede ver usted en este mismo blog: cada cual tiene su opinión, la gente discute sobre todo, y por todo, y con posiciones opuestas. Pero mágicamente, ustedes piensan que en esos “socialismos reales” puede existir unanimidad. No hay tal unanimidad. Esto no existe. Hay una opinión que se impone a todos, porque lo que vale es lo que opinan los jefes. Y así se llega a aberraciones, como los fusilamientos incluso de gente que hasta ayer eran considerados “héroes de la revolución”, y que de buenas a primeras son obligados a realizar confesiones terribles y mandados a fusilar. A los del POUM había que matarlos porque se levantaban contra la República; a los trotskistas, porque en la URSS estaban en combinación con Alemania; al general Ochoa porque estaba metido en el narcotráfico.
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Primera cuestión, acerca de la Comisión de DDHH de la ONU, y similares comisiones. Es claro que se trata de organismos burgueses. No son neutrales. Lo cual no niega que la izquierda, o los que sufren represalias, los puedan utilizar para frenar la represión, sea de gobiernos burgueses, o de regímenes stalinistas. Trotsky recurrió a la justicia francesa para frenar crímenes de la GPU cometidos en Francia, contra militantes de izquierda. ¿Por qué no iba a hacerlo? ¿Acaso porque la justicia francesa no es neutral? Cuando en Argentina la Triple A asesinaba impunemente, muchos militantes intentaron amparos por el lado de la justicia burguesa. ¿Es condenable? Pienso que no, a pesar de que la justicia burguesa no era neutral. Cuando vinieron el golpe de Estado y las desapariciones masivas, buena parte de la izquierda volvió a recurrir a organismos burgueses, y a otras instituciones, embajadas, organismos internacionales, etc., buscando protección, o al menos “rendijas” por las cuales filtrar denuncias. De nuevo pregunto, ¿era condenable? Mi respuesta: en absoluto, a pesar, insisto, en que ninguna de éstas era imparcial. En todo esto cualquier marxista debe entender que existen contradicciones en el campo enemigo, y saber utilizarlas (al pasar, le recomiendo un texto de Lenin muy bueno sobre esto, “El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo”).
Vayamos ahora a los disidentes que escapan, o salen, de un campo de concentración de Corea del Norte (pero lo mismo se aplicaría a cualquier otro caso de los muchos que hubo a lo largo de la historia del stalinismo). ¿A quién van a recurrir para denunciar lo que han vivido y visto? ¿A los stalinistas, quienes los van a acusar de “agentes del imperialismo”? ¿A Cuba, que envía condolencias y decreta tres días de duelo por la muerte de Kim? ¿A quién pueden recurrir? La respuesta es simple: a organismos tipo Cruz Roja, Amnistía Internacional, y semejantes. Pero cuando lo hacen, aparecen los stalinistas diciendo: “recurren a organismos del imperialismo, por lo tanto es todo falso”. Es el argumento perfecto: primero, niegan que haya algún problema en estos regímenes (hacen turismo “revolucionario”, sacan fotos, está todo bien, etc.). Si escuchan alguna queja, la desechan. Y cuando aparecen las denuncias, “son maniobras de los organismos internacionales”. No queda salida viable para el que padeció la represión stalinista. Lo curioso es que esto sucede desde hace décadas con todo disidente, y pocos cuestionan este método.
Acerca de que hay que denunciar la explotación del capitalismo para denunciar lo que sucede en los regímenes stalinistas: en primer lugar, el que ha sufrido un campo de concentración en Corea del Norte no tiene ninguna obligación de denunciar nada para poder denunciar lo que ha sufrido y visto.
En segundo término, si es por mí, me la paso denunciando la explotación capitalista. Hasta tal punto que no solo digo que hay explotación cuando se trata de empresas privadas, sino también cuando hay empresas estatales. Y esto lo hago acompañado de la tesis que dice que el Estado capitalista es una máquina de represión destinada a proteger la propiedad privada del capital. A diferencia del stalinismo estatista (que buscan fortalecer al Estado, siempre y en todo lugar), esto lo he planteado una y otra vez, a lo largo de notas, escritos e intervenciones orales. También he denunciado la represión, en la medida de mis posibilidades. Por caso, ya he dicho que he sido testigo en los juicios contra represores de la dictadura; también puede consultar en este blog la denuncia de la represión que opera en Argentina, bajo la máscara democrática. Pero este tipo de denuncias en Argentina circulan a cada rato, y hay varios organismos que las hacen, casi cotidianamente (por ejemplo, CORREPI, a la que sigo). También circulan las denuncias acerca de la represión en otros lugares, operada por EEUU o gobiernos como el de Colombia. Sobre esto hay abundante material. Pero lo que sucede en un régimen como Corea del Norte está tapado en la izquierda. De eso no se habla. Y yo quiero poner el dedo en la llaga, porque el tema interpela directamente al stalinismo. Por este motivo es que los stalinistas se enfurecen, y cierran filas para defender una inmundicia como es el régimen de los Kim. A ellos les gustaría que todo esto se barriera debajo de la alfombra. Menos todavía les gusta que recuerde la actitud del castrismo ante el régimen de Pyongyang (o ante Khadafi, o Assad).
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2 comentarios:

Sostrato de Cnido dijo...

Perfecta tu entrada. Esta misma estupidez de bloque, de si lo hacen los mios esta bien, de siempre sera mejor un hijo puta de las mios que uno normal de los otros es la que lleva a la gente de derechas a defender que con Franco se vivía mejor, frases como fue una dictablanda o Pinochet mato a cuatro kinkis pero la prosperidad economica era visible y Chile lo necesitaba. por poner ejemplos.

La posición de bloque, la creencia de que los nuestros son los buenos es similar a las sectas o al radicalismo religioso. Hay que huir de ello.

Un abrazo Jesus. hoy te quedas sin nuestra discusión. jeje

Jesus dijo...

Creo que es la mejor entrada que he hecho desde que inicié el blog, y eso que la mayor parte no la he escrito yo, sino Rolando Astarita, pero es que nunca hasta ahora había leído algo con lo que estuviese tan de acuerdo.

Un abrazo.