viernes, 29 de septiembre de 2017

La burbuja del fútbol

Este verano se han superado todas las expectativas. Se venía hablando de una burbuja del fútbol desde hace mucho tiempo. Clubs que fichaban por encima de sus posibilidades y que luego entraban en concurso de acreedores, o clubs que tenían una deuda muy alta en proporción a sus ingresos, como el Valencia.

Es cierto que los salarios de los futbolistas y de los deportistas de élite siempre han escandalizado. Hay quien defiende que realmente ganan lo que generan, en forma de merchandasing o derechos televisivos. Más allá de que esté bien o no ganar tanto dinero por jugar al fútbol, en mi opinión el mercado y el dinero que genera está muy inflado. Incluso a las cadenas de televisión no les sale rentable pagar lo que pagan por emitir el fútbol. Lo que pasa que les da prestigio, pero económicamente hablando, no generan beneficio.

A lo largo de la historia ha habido fichajes estratosféricos por grandes sumas de dinero. Sin irnos muy atrás en el tiempo, a Figo le fichó el Madrid al Barça por 60 millones de euros en el año 2000. 



Un año después, ficharon a Zidane procedente de la Juventus por 77,5 millones de euros. Ya entonces parecía muy caro, pero al menos eran jugadores consagrados que habían logrado grandes éxitos con sus clubs. 
De ahí nos tenemos que ir a 2009, cuando el Real Madrid fichó a Cristiano Ronaldo por lo que se consideró una auténtica barbaridad de dinero: 94 millones de euros. 



Además, ese mismo año, el Real Madrid fichó también a Kaká por 65 millones de euros. Para hacer frente a tanto gasto, malvendió a Sneijder y Robben por 40 kilos entre los dos. 
Es decir, los 4 fichajes más caros de toda la historia del fútbol, los había realizado el Real Madrid en 9 años: Figo, Zidane, Cristiano Ronaldo y Kaká. Eso sí, todos eran jugadores consagrados. El Barça no quiso quedarse atrás y ese mismo 2009 fichó a Ibrahimovic por 66 millones de euros.

En 2011 el Chelsea compró al Liverpool a Fernando Torres por 59 millones de euros, en lo que se considera uno de los fichajes más sobrevalorados de la historia. Torres se convertía así hasta el momento en el fichaje español más caro, superando al de Mendieta al Lazio por 48 millones de euros.
En 2013 el Real Madrid volvió a tirar la casa por la ventana al fichar a Gareth Bale por 100 millones de euros, teniendo que vender para ello a Özil por casi 50 kilos. Cuando parecía que la cifra de Cristiano no se podía superar, ahí apareció Florentino con su chequera para demostrar que sí. Existe bastante unanimidad en que el precio por Bale fue por desorbitado, ya que ni de lejos se podía comparar a Cristiano cuando le fichó el Madrid.



Ese año, al igual que en 2009, el Barça no quiso quedarse atrás y fichó a Neymar por 88 millones de euros. Al principio dijeron que había costado 57, pero tras varios juicios se demostró que no era así. 88 kilos por un jugador que no había salido de Brasil y que apenas superaba los 20 años.



Por esa época, al derroche del Real Madrid y del Barcelona se les sumó un nuevo equipo, el París Saint Germain. En 2011 un grupo empresarial de Catar se había hecho con la mayoría de las acciones del club, y enseguida empezaron a tirar de cartera para hacer más competitivo al equipo. Efectivamente, en 2013 ficharon a Cavani por 64,5 millones de euros.
Otro equipo que juega en la liga francesa, el Mónaco, fue adquirido en 2012 por un multimillonario ruso, y al igual que el PSG, empezó a gastar dinero. En 2013 fichó al Atlético a Falcao por 60 millones de euros, y a James al Oporto por 45. 

En 2014, Real Madrid y Barça siguieron con su locura. Fijándose en el Mundial, el Real Madrid fichó a James por 79,8 millones de euros, y el Barça a Luis Suárez por 82,3 millones de euros. Para compensar, el Real Madrid vendió al Manchester United a Di María por 75,6 millones de euros.
El PSG siguió reforzándose, pagando 50 kilos por un defensa, David Luiz. Al año siguiente, en 2015, fichó a Di María al United por 64 millones de euros.

Pero la locura total llegó con 2016 y 2017. En 2016 la Juve decidió tirar la casa por la ventana para hacerse con Higuaín, pagando 90 kilos. Claro que para ello antes había vendido a Pogbá al United por 105 millones. Este año los chinos decidieron subirse al festín, y ficharon a Hulk por 55,8 millones de euros.



2017 ha resultado ser lo que se creía imposible. El PSG se ha vuelto loco total y ha decidido pagar la cláusula de rescisión por Neymar al Barça. Nada más y nada menos que 222 millones de euros. El Barça, tal vez enrabietado, ha contraatacado fichando a Dembelé por 105 millones de euros más 40 variables, así como a Paulinho por 40 kilos. El Real Madrid iba a por Mbappé, pero viendo la locura generalizada de precios, decidió dejárselo al PSG, quien para esquivar la sanción de la FIFA, llegó a un acuerdo de cesión con el Mónaco con opción de compra obligatoria de ¡¡¡180 millones de euros!!! ¡¡Por un chaval de 19 años!! Al menos Neymar estaba consagrado, pero esto me parece aún más grave.



El United siguió en su locura de los últimos años y fichó a Lukaku al Everton por 85 kilos, mientras que el Chelsea no se quiso quedar atrás y fichó a Morata al Real Madrid por 65,5 millones de euros más variables, superando así a Fernando Torres como el fichaje español más caro de la historia.


Es decir, el mercado está inflado de una manera bestial, con el Real Madrid, el Barça, el United, el PSG, el Mónaco, o el City pagando cantidades estratosféricas. Normal que luego sean los que más posibilidades tengan de ganar la Champions.
¿Pueden permitirse pagar todo ese dinero? Pues aparentemente sí, si ponen dinero los jeques árabes, los multimillonarios rusos, estadounidenses o chinos, o siguen vendiendo tantas camisetas y merchandising. Pero deberían ser más inteligentes. No es normal que se pagase lo mismo o más por Di María o James que por Figo o Zidane en su día. Ni por Lukaku, Mbappé o Dembelé que por Cristiano Ronaldo. Por la sencilla razón de que no son mejores. Vale que con los años el precio suba, pero para jugadores que son buenos y que lo han demostrado, ¡no para jugadores que son peores o aún no han demostrado nada!
Lo que deberían hacer es ofrecer una cantidad determinada y plantarse, no seguir subiendo. Lo que pasa que les puede la rivalidad y el querer tener a los que consideran los mejores. Pero así no vamos a ninguna parte, es absolutamente demencial.

Lo peor es que no parece que vaya a parar. Se lleva ya hablando de la burbuja del fútbol durante muchos años, y no acaba de explotar. Aunque creo que más pronto que tarde lo acabará haciendo. Las televisiones se hartarán de perder dinero, la gente no estará tan dispuesta a pagar tanto por las entradas o el merchandising, y los bancos no querrán prestar tan alegremente. Ojalá volvamos a unos precios razonables en vez de seguir en esta absurda espiral que crece más cada día. Y si no, tal vez la FIFA debería marcar unos límites. No es normal que un jeque o un multimillonario ruso puedan distorsionar el mercado de esta forma. Debería haber más regulación. Habrá quien diga que si están dispuestos a pagarlo es su responsabilidad. Pero es que afecta a todos, porque los precios de los demás se encarecen. Ante una distorsión de esta magnitud creo que conviene cortar por lo sano, por el bien de todos.


(Representación gráfica de las diversas fases en una burbuja económica. Quiero creer que en el caso del fútbol estamos llegando a su punto más alto, y que más pronto que tarde se empezará a bajar).

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